El modelo “Escuela con Propósito” se fundamenta en el desarrollo integral de competencias, trascendiendo la mera transmisión de contenidos. La práctica pedagógica se enfoca en que los estudiantes desarrollen competencias en las cuatro dimensiones del ser (cognitiva, socio-afectiva, trascendental y física) a través de la integración de saberes (conocer, hacer y ser), el aprendizaje situado en contextos reales y la evaluación formativa continua. Este enfoque busca formar estudiantes capaces de aplicar sus conocimientos, resolver problemas creativamente, trabajar en equipo y adaptarse a diferentes contextos, mientras desarrollan un proyecto de vida fundamentado en valores y principios cristianos. El resultado es una formación integral que prepara a los estudiantes para ser agentes de transformación en sus comunidades, equipados con la competencias necesarias para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
Contamos con el programa AVANZA una iniciativa integral de intervención terapéutica y pedagógica, diseñada para atender las necesidades de estudiantes en contextos educativos vulnerables. Está conformado por un equipo interdisciplinar que incluye una psicóloga, una psicopedagoga y un capellán, quienes trabajan de manera colaborativa para brindar una atención integral. El programa se centra en tres áreas fundamentales: el abordaje de las dificultades de aprendizaje, el fortalecimiento de las competencias socioemocionales y la promoción de una educación inclusiva.
El modelo Convivencial Coexistir “Formar para la Vida” se fundamenta en la necesidad de formar integralmente a los estudiantes, promoviendo una educación que trascienda las aulas y les prepare para enfrentar los desafíos de la vida con valores sólidos, habilidades socioemocionales y un profundo sentido de responsabilidad social. Este modelo busca transformar las experiencias de aprendizaje en oportunidades para construir ciudadanos comprometidos con el bienestar colectivo, la convivencia pacífica y el desarrollo de un entorno educativo que prioriza el respeto, la tolerancia y la colaboración como pilares esenciales para el desarrollo integral de la comunidad educativa. Este proyecto promueve espacios de diálogo y reflexión que facilitan la prevención y resolución pacífica de conflictos, al tiempo que fomenta la formación en valores que propicien una convivencia armónica.